La empresa está parada y se multiplican las protestas en el interior. El ministro de Producción pide que liberen los fondos para salvarla.
Cuando todo parecía encaminarse, el gobierno corrió el arco y reclamaron al gremio la eliminación permanente del aporte extra y la apertura del convenio colectivo para flexibilizarlo. Así lo denunció el secretario general de Atilra, Héctor Ponce, quien acusó a las cámaras industriales de “tomar de rehén” a Sancor para buscar flexibilizar las condiciones laborales de todo el sector. Dijo que esa pretensión “es descabellada e inconstitucional”.
Un día antes, el gremio había denunciado a funcionarios nacionales que habían intervenido negativamente en las negociaciones porque tenían intereses en otras industrias lácteas. Apuntaron por debajo a Gustavo Lopetegui, uno de los vicejefes de Gabinete.
De hecho, ayer el ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, pidió que el segundo de Marcos Peña tome distancia de las negociaciones porque es “juez y parte” en la cuestión. El titular de la cartera productiva lamentó que el cambio en la actitud del Ejecutivo nacional reabriera la crisis de Sancor, que desde el miércoles está prácticamente paralizada.
El intento por atar el salvataje de la cooperativa a una flexibilización del convenio laboral del sector, al estilo Vaca Muerta, agudiza la crisis. “Todos queremos discutir una nueva lechería; de hecho Santa Fe es pionera en iniciativas como el precio de referencia”, recordó Contigiani. Pero al mismo tiempo objetó: “La discusión por los cambios en el sector no pueden tener sólo un sesgo laboral sino que deben incluir la transparencia de la comercialización, la concentración y el rol de las grandes cadenas”.
En definitiva, señaló, la posición del gobierno provincial es que la discusión sea desdoblada: “La urgencia es salvar a Sancor y preservarla como cooperativa, con todos los cambios que sean necesarios en su sistema de gestión”, dijo. La discusión más general sobre la actividad, opinó, “debe darse en una segunda instancia, con la cooperativa adentro y no sólo orientada a lo laboral”.
Contigiani pidió al gobierno nacional y el gremio flexibilizar sus posicione. “De Sancor dependen cuatro mil trabajadores en forma directa pero otros 22 mil en forma indirecta, su crisis es la de las economías de decenas de localidades santafesinas y cordobesas”, dijo.
Sancor paralizó en marzo cuatro plantas y el pago a los tamberos. En el último mes, según la mesa de productores lecheros, 200 tambos dejaron de entregar leche a la cooperativa. Hoy casi todas las fábricas están paradas y hay asambleas y concentraciones en decenas de localidades. También Camioneros protesta en Buenos Aires.
El presidente de Sancor, Gustavo Ferrero, llamó ayer a “la reflexión” a “las entidades que representan a la industria lechera, a los trabajadores y al gobierno nacional”.
Recordó que la cooperativa integra una cadena de valor con “1.000 productores asociados, 4.000 empleados, 1.500 proveedores, 1 300 transportistas, 200 distribuidores y 80.000 comercios minoristas”.
Fuente: Diario Uno Santa Fe.